Un vertido de al menos 700.000 metros cúbicos de aluminio dejó ayer en Hungría cuatro muertos, seis desaparecidos y tres condados en estado de emergencia al oeste del país. Decenas de localidades de la zona quedaron cubiertas por una gruesa capa de barro rojizo procedente del refinado de bauxita, altamente tóxico por sus cualidades corrosivas y alcalinas. Hay más de 100 heridos por quemaduras de diversa consideración, al menos diez en estado grave. Entre los fallecidos se encuentra un niño de tres años.
Pues ya sabemos!! igual nos toca una "alegría" de estas, desolador!!