La reciente decisión del Pleno del Ayuntamiento de Tapia de Casariego de rechazar la solicitud de Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC) para cambiar las normas urbanísticas es una excelente noticia que demuestra responsabilidad y compromiso con los intereses de los vecinos de Tapia y de todos los asturianos. Es una muestra clara de que el bienestar común y la protección de nuestra tierra están por encima de los intereses particulares de una empresa privada que insiste en proponer un proyecto insostenible, perjudicial para la economía local y el medioambiente.
ORO NO quiere agradecer a toda la Corporación, Alcalde y Concejales, el trabajo y valentía al tomar esta importante decisión. Y por supuesto a todos los grupos, asociaciones profesionales, vecinos, visitantes y amigos en general que han venido luchando todo este tiempo.
Este rechazo reafirma lo que ya se ha visto a lo largo de los años: una oposición mayoritaria, transversal y bien fundamentada a este proyecto. Administraciones locales de diferentes signos políticos han entendido que este proyecto no encaja con el desarrollo del concejo ni de la comarca.
EMC/BDG (Black Dragon Gold) han demostrado una y otra vez un comportamiento alejado de la transparencia y la buena fe, basado en la mentira, la prepotencia y la hipocresía. Recordemos, por poner un ejemplo, la destrucción del paraje de los Lagos de Silva hace unos meses. La empresa ha recurrido a presiones constantes, tanto directas como indirectas, y artimañas varias incluyendo la publicación de reportajes patrocinados y la creación de asociaciones afines que buscan aparentar un apoyo inexistente. Además, insisten en inflar las cifras de empleo y beneficios económicos, creando una imagen distorsionada de un proyecto cuyos beneficios reales no revertirían en nuestra comunidad, sino en sus inversores internacionales.
Lo que realmente quedaría aquí sería una actividad temporal de apenas una década, que conllevaría la destrucción de cientos de empleos estables y sostenibles en el tiempo, impuestos mínimos debido a una legislación minera desactualizada, y los inevitables impactos ambientales que un proyecto de estas características traería consigo. Esta propuesta no es un desarrollo real, sino un intercambio desequilibrado en el que nuestra tierra y nuestra calidad de vida quedan sacrificadas por intereses particulares externos.
Los riesgos económicos, sociales y medioambientales no son meras hipótesis; ya se manifiestan en otras explotaciones mineras cercanas, donde los problemas de contaminación y las sanciones son constantes. El proyecto de EMC/BDG, plagado de inconsistencias, falsedades y omisiones intencionadas, queda invalidado desde cualquier perspectiva. Además, surgen serias dudas sobre la capacidad de las administraciones competentes para ejercer un control efectivo sobre la actividad minera.
Ahora que el Ayuntamiento de Tapia ha tomado esta importante decisión, el Principado de Asturias y Adrián Barbón tienen la oportunidad y la responsabilidad de dar un paso adelante. Es el momento de emitir una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa y de proteger de manera definitiva a los vecinos de Tapia y de la comarca de un proyecto que no tiene cabida en un futuro sostenible.
Foto: LNE
