La plataforma Oro No expresa su más firme rechazo a posibilidad de dar luz verde al proyecto de Explotaciones Mineras del Cantábrico (EMC), filial de Black Dragon Gold, al amparo de la Ley de Proyectos Estratégicos.
Vecinos, pescadores, agricultores y distintos sectores profesionales han mostrado su oposición ante un proyecto que pondría en peligro el medioambiente y un modelo económico de la comarca que goza de excelente presente y futuro sin minería. Además, el Pleno del Ayuntamiento de Tapia de Casariego, por unanimidad, decidió recientemente mantener el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sin modificaciones, impidiendo este tipo de industria en sus suelos.
Uno de los pilares de la normativa vigente es el sustento económico y social de la región, lo que este proyecto ataca directamente, por lo que no se puede aprobar un proyecto de este tipo, que cuenta con un rechazo social unánime y con múltiples infracciones e incumplimientos a sus espaldas incluso antes de comenzar a operar. EMC y Black Dragon Gold no buscan el desarrollo de Asturias, sino su propio beneficio a costa de todos y todo, como han demostrado ellos mismos y mineras precedentes con su histórico de actuaciones irregulares en Salave. Sus promesas de empleo y «cero contaminación» son completamente falsas e inviables y no pueden servir de argumento para la autorización a la implantación en nuestro territorio de una de las industrias más destructivas y contaminantes del mundo como es la minería del oro.
El Gobierno del Principado de Asturias no puede seguir eludiendo su responsabilidad. Es hora de que asuma su deber y defienda los intereses de sus ciudadanos, que ya se han expresado en numerosas ocasiones y de diferentes formas en contra de este proyecto, en lugar de permitir que multinacionales mineras intenten imponer su voluntad a toda una comunidad. El rechazo es absoluto y la decisión debe ser clara: NO a la mina de Salave.
Desde Oro No, exigimos a las administraciones que rechacen este intento de imposición y protejan el futuro de Asturias. Seguiremos vigilantes y en lucha para impedir que intereses privados destruyan nuestro territorio y nuestro modo de vida.
Foto: David Aguilar