Han pasado las elecciones y la gente ha decidido con su voto: en Tapia de Casariego habrá cambio en la alcaldía.
El nuevo alcalde y su equipo han manifestado públicamente que rechazan proyectos que pongan en peligro la economía de sectores sostenibles en el concejo, por lo que no cabría apoyo al proyecto minero, cuyos impactos son de sobra conocidos. También han indicado que no están a favor de modificar el PGOU. De ser así, será muy difícil que el proyecto minero sea una realidad.
Les deseamos toda la suerte y les pedimos que honren la palabra dada en este asunto. Serán muchas las presiones a las que tendrán que hacer frente. Les ofrecemos nuestra ayuda y colaboración en lo que necesiten si así lo estiman oportuno.
Es significativo que el único candidato abiertamente favorable al proyecto minero no haya revalidado su concejalía y se haya quedado fuera de la corporación.
En cuanto al Principado de Asturias, parece que los grupos que siempre se han venido manifestando en contra del proyecto minero en Tapia de Casariego serán claves para formar gobierno, por lo que esperamos que en la medida en la que puedan, pongan este tema en la mesa para lograr que el Principado de Asturias desautorice definitivamente este proyecto y otros que puedan venir en el futuro.
Dicho todo lo anterior, faltaba por entrar en escena un último actor: la empresa minera y sus directivos.
Cuales buitres carroñeros, no han tardado mucho en comenzar a sobrevolar a su presa y a felicitarse por el resultado de las elecciones locales, dando por sentado que el nuevo alcalde estará encantado de acceder a todas sus pretensiones de modificación de PGOU. También estiman que obtener una DIA positiva es un mero trámite.
Os dejamos los tweets que han hecho últimamente Paul Cronin, presidente no ejecutivo de Black Dragon Gold y Gabriel Chiappini, director general de la misma empresa.
Con el tono de sus comentarios en redes sociales dejan clara su catadura moral y el nulo respeto a las instituciones locales y autonómicas y, por supuesto, a los vecinos. Aunque esto ya no nos sorprende.